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lunes, 22 de febrero de 2010

                         ALIGERANDO PESO
El sentimiento de rabia e impotencia la perseguían. No había día en que los recuerdos no la atormentaran haciendo crecer en ella un odio irracional.
Habían pasado ya algunos meses del suceso, pero se sentía incapaz de olvidar y cada vez que pensaba en lo sucedido, el pasado se le hacía presente no dejándola vivir en paz. Unas palabras equivocadas pronunciadas en un momento equivocado, habían sido el detonante que acabó rompiendo una amistad de once años. A la otra parte, parecía no importarle tanto, lo cual le hacía aumentar más su rabia.
Un día decidió preguntarle a una amiga común ajena al conflicto:
-La diferencia entre Alba y tú, es que ella te ha perdonado y se ha perdonado.
-¡que me ha perdonado! Si soy yo quien tendría que perdonarla.
-Inés, las dos os dijisteis cosas muy feas y dolorosas, las dos debéis perdonaros mutuamente.
-lo que me faltaba por oír. ¿De parte de quién estás tú?
-de las dos, os quiero a las dos por igual, por eso me duele veros así, sobre todo a ti. Tienes que aprender a perdonar.
-¡ya! Qué fácil, y eso ¿cómo se hace?
-como lo ha hecho Alba; primero se perdonó a sí misma entendiendo que las circunstancias la condujeron a esa actitud; segundo entendiendo que no perdonarte le salía muy caro energéticamente.
Ella ha aprendido de su error y tú no te lo permites. El perdón es un acto que requiere fuerza de voluntad. No te das cuenta que esta rabia se está convirtiendo en un veneno para ti. Perdonar, es el antídoto.
-Pero yo no puedo olvidar lo que ocurrió.
-No debes olvidarlo, muy al contrario recordarlo te ayudará a aprender.
Pero debes perdonar para liberarte. Lo único que tienes que hacer, es ponerte en el lugar de la otra persona e intentar entender porqué se llegó a esa situación..Inés por tu propio bien, aligera tu carga.
Inés se quedó pensando toda la tarde en las palabras de su amiga y se dio cuenta de que el pasado se estaba apoderando de su presente y esto la estaba debilitando haciéndole perder la atención en cosas mucho más importantes… Cogió una hoja y un lápiz y cuando hubo terminado de escribir, pegó el papel en la puerta de la nevera. Dicha nota rezaba así:
“CUANDO ALGUIEN NOS LASTIMA, DEBEMOS ESCRIBIRLO EN LA ARENA, DONDE LOS VIENTOS DEL PERDÓN PUEDAN BORRARLO, PERO CUANDO ALGUIEN HACE ALGO BUENO POR NOSOTROS, DEBEMOS GRABARLO EN LA PIEDRA DONDE NINGÚN VIENTO PUEDA BORRARLO”
Fue la primera noche que Inés durmió de un tirón en mucho tiempo. Había aligerado su carga, había tomado la decisión de apostar por el perdón.

4 comentarios:

Adriana Alba dijo...

Perdonemos y curemos heridas, la mejor manera de sanarnos a nosotros mismos.

Gracias Lola!

Sony dijo...

hola lola,cuando puedas pasa por el blog a recoger un regalito para ti.

te esperamos pronto.un fuerte abrazo!!!!!!!

alim dijo...

Hola, soy nueva por aquí. Decirte que este post me ha encantado y al mismo tiempo me ha ayudado a liberar mi peso , que a veces traba mi vida y me impide vivirla con la normalidad que yo desearia. No es nada grave, pero con el tiempo las cosas pequeñas pueden convertirse en otras más grandes si no encotramos la salida, si no nos damos cuenta de que necesitamos perdonar y perdonarnos. La nota final es preciosa.

Lola dijo...

Muchísimas gracias Alin por tus palabras,y por tu visita, que espero que no sea la última. Yo también soy nueva en esto de los blog, pero la ilusión por compartir me ayuda. Muchas gracias de nuevo y un saludo muy afectuoso.