Inició su paseo por la misma senda de cada mañana.
Frente a ella, apareció un tímido arco iris y sintió que le sonreía.
No dedicó más de dos segundos a cada pensamiento que le venía, sencillamente, los dejaba marchar y estos se desvanecían como una fina niebla.
Se quitó los zapatos y dejó que sus pies desnudos dejarán huella a cada paso sobre el fino barro. Las suaves pisadas fueron abriendo paso a un aletargado baile que se fue haciendo más ágil cuanto más imaginaba el ruido sordo de unos tambores inexistentes.
Sin saber como, se vio envuelta en una danza mágica que la transportó a una tierra virgen donde una fina lluvia hecha de polvo de estrellas le empapaba el cuerpo y todo en ella cobró una nueva dimensión.
Inducida por esa mágica danza, sintió que sus pies no llegaban a tocar el suelo, cerró los ojos y se dejó llevar.
Notó el calor de un tímido sol como nunca antes lo había notado.
Percibió el olor a tierra mojada y se sintió embriagada mientras una suave brisa la peinaba.
Se dejó abrazar.
Los ladridos de un perro que también jugaba con el barro, la sacaron de aquel maravilloso trance mientras con ojos extraños, el dueño del can la miraba de manera interrogante.
Le devolvió la mirada con una amplia sonrisa deseándole los buenos días y retomó su paseo. Se miró los pies descalzos, llenos de barro y pensó en lo raro de la situación.
A pesar de su aspecto sucio y desaliñado consecuencia de su danza, por primera vez en mucho tiempo, se sentía limpia.
¡¡¡fELIZ SEMANA A TODOS!!!