Al río de la vida aquel que penetra poco a poco en tu ser
No obstaculices su corriente con pensamientos negativos, tristezas y desinterés.
Despiértate, déjate llevar en la conciencia de su fluir
Induce el ascenso acelerado de su caudal
Y siente
Y allí en la santa morada
Permite la circulación de la vida
La atención que carga de energía
La intención que todo transforma
Y así, sutilmente
La fuerza de la acción dará el toque mágico
La expresión, el gesto y la palabra
Acercaran tu alma a la luz para iluminarla
No habrá luchas
No más esfuerzos extraordinarios
Porque su brillo hará que se aleje
Aquel que venga con la intención de apagarla
Y la gratitud será tu barca
Y el amor el remo firme
Que te lleve hacia los mares
Acunándote en sus aguas