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jueves, 3 de junio de 2010



Aquí os dejo una bonita historia, con una gran lección. A veces en nuestro afán de ayudar, lo que hacemos es limitar, evitando el esfuerzo e impidiendo el crecimiento, cosa que nos ocurre en algunos momentos con nuestros hijos. Me pareció muy interesante para compartirlo con todos vosotros. Espero que os guste.





LECCION DE MARIPOSA




Un día, una pequeña abertura apareció en un capullo; un hombre se sentó y observo a la mariposa por varias horas, mientras ella se esforzaba para hacer que su cuerpo pasase a través de aquel agujero.
Al cabo del tiempo, parecía que ella había dejado de hacer cualquier progreso. Parecía que había hecho todo lo que podía, pero no conseguía agrandarlo.
Entonces el hombre decidió ayudar a la mariposa: tomó una tijera y abrió el capullo. La mariposa pudo salir fácilmente.
Pero su cuerpo estaba marchito, era pequeño y tenía las alas arrugadas.
El hombre siguió observándola  porque esperaba que, en cualquier momento, las alas se abrieran y estirasen para se capaces de soportar el cuerpo, y que éste se hiciera firme. Nada aconteció.
En verdad, la mariposa paso el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo marchito y unas alas encogidas.
Ella nunca fue capaz de volar.
Lo que el hombre, en su gentileza y su voluntad de ayudar no comprendía, que el capullo apretado y el esfuerzo necesario para que la mariposa pasara a través de la pequeña abertura, era la forma de que el fluido del cuerpo de la mariposa fuese a sus alas, de tal modo que ella estaría lista para volar, una vez que se hubiese liberado del capullo.
Algunas veces, el esfuerzo es exactamente lo que necesitamos en nuestra vida.
Si pasáramos por nuestras vidas sin encontrar ningún obstáculo, siempre estaríamos limitados. No lograríamos ser tan fuertes como podríamos haber sido. Nunca podríamos volar.

Un abrazo inmenso.

8 comentarios:

Sony dijo...

hola amiga,muchas veces forzamos a las personas a tomar desiciones que quizas ellas aun no estan preparadas,hay que darles tiempo y que hagan las cosas en el momento en que ellas lo sientan.

preciosa la reflexion de la mariposa!!!!!!!

un fuerte abrazo lola y feliz fin de semana!!!!!!!

Unknown dijo...

Que razón tienes, además de que lo que no cuesta esfuerzo, por desgracia, no se valora. El ser humano es así. Felicdades por tus escritos, que siempre nos enseñan algu nuevo sobre la naturaleza humana.

Ana Gracia dijo...

Querida Lola, tal cual la historia cuántas veces se hace daño por no permitir/nos (tal vez por temores)el crecimiento de otro o el propio. En todo proceso de maduración hay diferentes etapas y hay que vivirlas...

Y gracias por lo que compartís y por tus palabras afectuosas en mi blog!

Un gran abrazo Lola!!!

Adriana Alba dijo...

Que gran lección la de la mariposa, se valora el mérito cuándo ponemos lo mejor de nuestra parte, independientemente del resultado.
Hay que trabajar, sin duda, pero vale la pena!

Abrazos Lola!

Mariajoriso dijo...

Hola Lola bonito cuento. Sin esfuerzo no podemos atravesar etapas.
Buena semana
Risoabrazos

Tintero creativo dijo...

Es precioso, y completamente real, necesitamos ir a nuestro paso, pasito a paso, necesitamos nuestro propio camino con las piedras y los llanos que hay en él, gracias por esta historia, un abrazo con todo mi cariño, en mi blog tienes un regalo para ti

VerboRhea dijo...

Bella historia y buena lección.
Un saludo.

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

Nunca podríamos volar
Julio Cesar dijo "a prendi a vencer en mis derrotas"
Bonita entrada, con sentido de fábula aleccionadora.
No, no podrímos volar y no podríamos soñar
Estoy pensando que lo que mucho cuesta , mucho vale.
¡Me gusta por que abres caminos!