En física cuántica se nos dice que la persona influye sobre
lo que está observando.
Esto es fácilmente demostrable. Podemos transformar nuestra
realidad mediante nuestra conciencia, mediante nuestros pensamientos.
¿Cuántas veces sin darnos apenas cuenta, ha cambiado nuestro estado de ánimo
dependiendo de las
energías que circulaban a nuestro alrededor?. Nos creemos lo
que vemos.
¿Cuántas veces hemos sido testigos de alguna discusión
acalorada y esta nos ha afectado hasta
el punto de alterar nuestra calma?
Y es entonces cuando yo me cuestiono…y ¿porqué no actuar de
manera contraría, porqué no nutrirnos de la fuerza necesaria para alterar estos
estados?
Me explico; si mi naturaleza es tranquila y pacífica, puedo
mirar a las personas y conectar con lo más puro de su esencia, ignorar la forma
externa y débil que me muestran en esos momentos puntuales y aprender a ver y
escuchar desde mi actitud serena.
Si pienso que hay algo bueno bajo esa capa de baja vibración,
si soy benevolente con el “ser humano”... es posible crear otra realidad. Es
posible que el poder interior transforme
parte de esa vibración alterada en algo más agradable. Es posible alterar la
conciencia...es posible cambiar la calidad de nuestras acciones.
Porque si una mala vibración es capaz de modificar mi estado, una buena vibración también lo hará.
Todo lo que pensamos afecta a nuestra realidad, y lo que
creemos saber, está influenciado por nuestra conciencia.
Porqué no empezar a crear una nueva raza de pensadores
positivos. Porqué no crear una pandemia de buena conciencia…