Pertenezco a un grupo de amigas donde de vez en cuando nos
reunimos para apoyarnos en nuestro crecimiento espiritual.
Ayer concreta mente fue uno de esos días en que la
conversación se alargó horas y horas haciéndonos perder la noción del tiempo.
No somos
conscientes de él. O sí?
Este fue nuestro tema principal del debate. Consciente,
inconsciente, consciencia, subconsciente.
Nos metimos en una espiral donde tan pronto dábamos con la
clave, como de repente volvíamos a sembrar las dudas.
A ratos tomábamos conciencia del momento que estábamos
celebrando y de repente éramos conscientes de la magnificencia del mismo.
Pero inconscientemente volvíamos a retomar un debate dejando
que el subconsciente tomase las riendas.
Me encanta cuando ocurren estos milagros de la vida, me
encanta compartir desde la inconsciencia para poder sentir que el subconsciente
quiere dominar y entonces, es cuando ocurre…todo se vuelve consciencia.
Todo nuestro SER se vuelve presencia.